miércoles, 24 de julio de 2019
CAPITULO 57 (CUARTA HISTORIA)
Salieron del invernadero justo cuando Pedro se metía en el aparcamiento de grava. Sabía que le había dicho a Paula que esperaría hasta el mediodía, pero no había sido capaz. Despertó sintiendo que preferiría entrar en otro callejón antes que enfrentarse a esos dos niños que con tanta facilidad podían rechazarlo.
Metió las manos en los bolsillos y trató de aparentar indiferencia.
—Hola.
—Hola —Paula quiso abrazarlo, pero sus hijos retenían sus manos.
—Pensé en darme una vuelta por aquí y… ¿cómo va todo?
Jazmin le ofreció una sonrisa tímida y se pegó más a su madre.
—Mamá dice que os vais a casar, que serás nuestro padrastro y vivirás con nosotros.
Pedro tuvo que contener las ganas de mover los pies.
—Ese es el plan.
Alex apretó los dedos de Paula mientras miraba a Pedro.
—¿Nos vas a gritar?
Después de mirar un instante a Paula, Pedro se agachó hasta quedar a la altura del pequeño.
—Tal vez. Si lo necesitáis.
Alex confió en la veracidad de la respuesta más de lo que habría hecho una negativa rotunda.
—¿Pegas? —recordó los cachetes que había recibido durante las vacaciones.
Lo habían insultado más que dolido, pero aún le molestaban.
Pedro puso la mano bajo la barbilla del pequeño y la mantuvo con firmeza.
—No —respondió, y la expresión de los ojos hizo que Alex lo creyera—. Pero es posible que os cuelgue de los dedos pulgares o que os meta en aceite hirviendo. Si me enfurezco de verdad, os pondré sobre un hormiguero.
Alex tuvo ganas de sonreír, pero todavía no había terminado con el interrogatorío.
—¿Vas a hacer llorar a mamá como él?
—Alex —comenzó Paula, pero Pedro la interrumpió.
—Quizá alguna vez, si soy estúpido. Pero no a propósito. La amo mucho, así que quiero hacerla feliz. A veces tal vez lo estropee.
Alex frunció el ceño y lo meditó.
—¿Vas a besarla y todo eso? Desde que Teo, Samuel y Max llegaron, siempre se ven besos.
—Sí —Pedro se relajó y sonrió—. Voy a besarla y todo eso.
—Pero no te gustará —aventuró Alex con esperanza—. Lo harás solo porque a mamá le gusta.
—Lo siento, pero a mí también me gusta.
—Cielos —musitó el pequeño, derrotado.
—Hazlo ahora —Jazmin bailó y rio entre dientes—. Hazlo ahora para que pueda verlo.
Deseoso de complacerla, se irguió y aproximó a Paula. Cuando separó los labios de los de ella, Alex estaba sonrojado y Jazmin aplaudía.
—Odio decírtelo —le comentó Pedro en serio—, pero un día también a ti te va a gustar.
—Mmm. Antes prefiero comer tierra.
Riendo, Pedro lo levantó en brazos y se sintió aliviado y encantado cuando Alex le pasó un brazo alrededor del cuello.
—Dímelo en diez años.
—A mí me gusta —insistió Jazmin, tirando de su pantalón—. A mí me gusta ahora. Bésame —él la alzó con su otro brazo y besó sus labios diminutos y a la espera. Ella sonrió con expresión jubilosa en sus enormes ojos azules—. A mamá la besaste de manera diferente.
—Eso se debe a que ella es la mamá y tú la pequeña.
A Jazmin le gustaba como olía, cómo la sostenía su brazo. Cuando le acarició la mejilla, se sintió un poco decepcionada de que ese día la tuviera suave.
—¿Puedo llamarte papi? —preguntó, haciendo que Pedro le diera un vuelco el corazón.
—Yo… eh… claro. Si tú quieres.
—Papi es para bebés —comentó Alex disgustado—. Pero puedes ser papá.
—De acuerdo —miró a Paula—. De acuerdo.
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Me encantaron los 5 caps, pobre Pedro, todo lo que preparó y no pudo hacerlo x el interrogatorio jajajaja. Buenísima historia.
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